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Síndrome Visual Informático: descubre qué es y cómo reducirlo

La irritación ocular, la fatiga visual, la visión borrosa, la sequedad ocular y el dolor de cabeza, cuello y hombros son los síntomas del Síndrome Visual Informático.

Las vacaciones se acaban y retomamos la rutina. Esto significa para muchos, volver a la oficina y pasar alrededor de 8 horas diarias frente al monitor del ordenador, exigiendo a nuestros ojos, largos periodos de enfoque continuo de la vista, y una exposición prolongada al brillo intenso de la pantalla. Cuidar la salud visual es clave durante la vuelta al trabajo.

¿Qué es el Síndrome Visual Informático?

Durante las vacaciones, usamos la visión lejana y la musculatura del ojo se encuentra más relajada. Al volver al trabajo, volvemos a exponer demasiado los ojos a las pantallas de los diferentes dispositivos digitales, y hacemos que realicen un esfuerzo excesivo de enfocar para acomodar la vista.

Estos cambios conllevan la aparición de problemas de visión como el Síndrome Visual Informático (SVI). Sin embargo, a pesar de que este problema puede surgir en cualquier momento del año, es mucho más frecuente que suceda durante la vuelta al trabajo. Según los datos del Colegio Oficial de Ópticos y Optometristas de Catalunya (COOOC), se calcula que hasta un 90% de la población española que trabaja en oficinas padece el Síndrome Visual Informático.

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Síntomas del Síndrome Visual Informático

Entre los síntomas del Síndrome Visual Informático se encuentran la irritación ocular, la fatiga visual, la visión borrosa, la sequedad ocular y el dolor de cabeza, cuello y hombros. La mayoría de estos síntomas pueden desaparecer una vez dejamos de usar el ordenador, pero en algunos casos pueden persistir aún después.

Para reducir el Síndrome Visual Informático se recomienda el uso de gafas graduadas o lentillas que ayuden a minimizar el sobreesfuerzo que supone un enfoque continuado en las pantallas digitales y/o con la aplicación de filtros que atenúan parte de la luz azul que emiten las mismas.

En este sentido, en el futuro serán los propios dispositivos los que contengan estas lentes relajantes pero, de momento, es el óptico quien debe aplicar los filtros.

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¿Cómo combatir el Síndrome Visual Informático?

Síndrome visual informático mujer forzando la vista

Además de estas lentes y filtros, hay una serie de consejos que nos pueden ayudar a hacer frente a este problema:

  1. Sigue la regla del 20-20-20: Apartar la mirada durante 20 segundos, cada 20 minutos enfocando a una distancia de 20 pies (6 metros).
  2. Parpadea con regularidad para evitar la sequedad. Cuando centramos la atención en una pantalla normalmente parpadeamos con menos frecuencia y realizamos un mayor número de parpadeos incompletos.
  3. Hazte una revisión optométrica para comprobar si necesitas alguna lenta que ayude a relajar el esfuerzo visual continuado.
  4. Ajusta la resolución y el contraste de las pantallas, tanto del ordenador como del móvil. Cuanta mayor sea la resolución de la pantalla, mayor será el confort visual.
  5. El brillo del monitor no debe ser ni demasiado intenso ni demasiado tenue. Además, es básico mantenerlo libre de polvo y huellas, ya que pueden reducir la claridad.
  6. Evita los deslumbramientos y reflejos en la superficie de la pantalla. Es aconsejable eliminar las fuentes de luz que se encuentren en la zona periférica y posicionar el monitor perpendicular a las ventanas o a otras fuentes de iluminación.
  7. Si llevas gafas o lentillas, asegúrate de que tienen la graduación actualizada y son apropiadas para tu distancia de trabajo.
  8. Comprueba la humedad. Para evitar la sequedad ocular evita corrientes de aire o habitaciones con exceso de calefacción y mantente hidratado.
  9. Cuando uses portátiles o tablets, siempre que sea posible, coloca el portátil o tableta más alto que las rodillas y utiliza una funda que se doble y sirva de apoyo a la tablet.
  10. Cuando uses el smartphone, recuerda sujetarlo de forma relajada, con los pulgares colocados ligeramente sobre el teclado. Evita utilizar una sola mano.

Siguiendo estos consejos, las posibilidades de sufrir el Síndrome Visual Informático se reducen en gran medida. Sin embargo, si no se sigues estas pautas, es muy probable que acabes teniendo este síntoma y si es continuo en el tiempo, es muy probable que acabes necesitando llevar lentes. Para saberlo, en todos los centros de Óptica & Audiología Universitaria realizamos pruebas para saber si necesitas llevar gafas graduadas o no.

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