Si acudes de forma regular al oftalmólogo u óptico-optometrista para hacerte chequeos y comprobar el estado de tu salud visual seguramente te será familiar la PIO o Presión Intraocular. Es una de las muchas mediciones que se hacen en las revisiones. El glaucoma es difícil de detectar, por eso es importante cuidar de la salud visual y hacerse revisiones frecuentes.
Pero, ¿qué es un glaucoma y por qué es importante controlar la PIO? Para empezar, es un indicador de la posible existencia de glaucoma.
Qué es un glaucoma
El glaucoma se trata de una enfermedad ocular que afecta al nervio óptico. Es una afección crónica, irreversible y la segunda causa de ceguera del mundo occidental. Aproximadamente el 50% de las personas que padecen glaucoma, no son conscientes de ello.
El glaucoma consiste en un deterioro del nervio óptico (el encargado de llevar las imágenes captadas por la retina hacia el cerebro) generalmente causado por un aumento de la presión intraocular.
Hay un gran número de tipos de glaucoma, pero estos son los más frecuentes:
- Glaucoma de ángulo abierto: Se da cuando la zona de drenaje de humor acuso no funciona correctamente, y produce aumento la presión intraocular.
- Glaucoma de ángulo cerrado: Este tipo de glaucoma se produce cuando el ángulo iridocorneal es demasiado estrecho y el humor acuoso no puede salir, lo cual también provoca un aumento de la presión.
- Glaucoma congénito: Se trata de una enfermedad minoritaria y se manifiesta en los primeros meses o años de vida. Puede llegar a causar ceguera en los niños que la padecen.
- Glaucoma normotensivo: Se produce en personas que tienen la presión intraocular dentro de los niveles normales pero que aún así presentan lesiones en el nervio óptico muy similares a las de otros tipos de glaucoma.
Cuáles son los síntomas del glaucoma
El glaucoma es una enfermedad silenciosa por que los síntomas no aparecen hasta que la enfermedad ya está demasiado avanzada. Por eso la prevención mediante chequeos regulares es crucial para detectarla a tiempo.
Se suele producir en primera instancia, una pérdida de la visión lateral. Pero esta perdida no se detecta de forma natural porque el cerebro es capaz de compensar esa perdida de visión mediante la combinación de imágenes captadas por ambos ojos.
Dependiendo del estadio de la enfermedad y del tipo de glaucoma se pueden detectar en etapas medias y avanzadas, algunos de los siguientes síntomas:
- Puntos ciegos irregulares en la visión central y o periférica.
- Visión de túnel
- Dolor de cabeza y vista borrosa
- Mareos y nauseas
- Halos al mirar luces
- Enrojecimiento de los ojos
- Dolor ocular.
Cuál es la causa del glaucoma
Las causas del glaucoma no están del todo claras puesto que es una enfermedad muy desconocida aún. Se considera que la hipertensión ocular es un factor de riesgo, pero no todos los casos de glaucoma tienen hipertensión ocular y muchas personas con tensión intraocular elevada no sufren glaucoma.
Las lesiones en el nervio óptico podrían deberse a varios factores.
Puesto que se desconocen las causas y los síntomas no aparecen hasta muy avanzada la enfermedad, se hace mucho más crucial la detección mediante chequeos periódicos.
No obstante, hay algunos factores que se consideran de riesgo:
- Predisposición genética y factores hereditarios: Si alguien de tu familia cercana ha sufrido glaucoma, se considera factor de riesgo, especialmente si el tipo de glaucoma es de ángulo abierto.
- Personas mayores de 40 años: Las personas que superan los 40 años tienen más probabilidades de desarrollar glaucoma.
- Miopía o hipermetropía magna: Si tienes más de siete dioptrías, ya sean de miopía o de hipermetropía, es conveniente que te hagas chequeos regulares para comprobar el estado de tu presión intraocular.
- Traumatismos oculares: Si has sufrido algún golpe en los ojos, también podría afectar a la presión intraocular y al nervio óptico y por lo tanto derivar en glaucoma.
- Ángulo iridocorneal estrecho: Este es el ángulo que forman la córnea y el iris. Si es demasiado estrecho también puede desembocar en glaucoma.
- Raza negra o asiática: Parece ser que las personas de raza negra o asiática tienen más predisposición a sufrir glaucoma.
Como prevenir el glaucoma y tratamientos
El glaucoma puede llegar a producir daños irreversibles antes de que se empiecen a notar los síntomas. Por lo tanto, el diagnóstico precoz es crucial para evitar que pueda desarrollarse y evolucionar rápidamente y desembocar en ceguera.
Lo principal es acudir de forma regular al oculista para que pueda comprobar que todo está en orden con el nervio óptico.
En caso de que se detectase PIO elevada, el oftalmólogo puede sugerir tratamientos como colirios hipotensores o comprimidos para empezar a corregir el exceso de presión en el ojo.
Si se detecta glaucoma con tiempo, se puede recurrir a una serie de tratamientos o bien con láser o mediante cirugía que, en su mayoría tienen como objetivo favorecer el drenaje del humor acuoso (líquido responsable del tono ocular) o incluso disminuir su producción.
Algunos de estos tratamientos son: Iridotmía láser, trabeculoplastia, cirugía microinvasiva o cirugía filtrante.
Aunque el glaucoma se considera una enfermedad crónica e irreversible, estos tratamientos, siempre y cuando el diagnóstico haya sido temprano, pueden mejorar el pronóstico del paciente e incluso evitar que se llegue a la ceguera.
Como puedes ver y ahora que ya sabes qué es un glaucoma, los chequeos regulares de tu salud visual son vitales a la hora de detectar posibles enfermedades como el glaucoma, que no presentan síntomas hasta que ya es demasiado tarde. La prevención es la mejor estrategia y cuidar tu salud visual es mucho más fácil de lo que parece.
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