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La otitis infantil: este verano, más peligrosa que nunca

  • Joan Francesc Horvath, responsable de Audiología en Óptica & Audilogía Universitaria, enumera unas pautas de prevención de la infección 
  • Los niños, que han pasado varias semanas encerrados en sus casas sin apenas contacto con el exterior, tendrán este verano más propensión a contraer enfermedades como la otitis

 

Ya estamos en verano, el calor aprieta y muchos niños, después de pasar varios meses confinados en sus casas, tienen más ganas que nunca de chapotear en el mar o en las piscinas.

La otitis es una infección del oído que ocurre con frecuencia en verano en los niños debido a la combinación de agua y calor. Este verano es todavía más evidente ya que, después de unos meses sin contacto con el exterior, los niños son más propensos a contraer enfermedades. Causada por una inflamación e infección del oído medio se conoce también como «oído del nadador». Esta infección se caracteriza por un dolor intenso que, en algunas ocasiones, puede ir acompañado de fiebre.

Según la Asociación de Pediatría Española (APE) entre un 80 y un 90% de niños sufrirá algún caso de otitis en sus primeros años de vida. Los niños y los bebés son los más vulnerables a padecerla, sobre todo durante el invierno, pero, dado que durante la época estival pasan mucho tiempo en remojo, la infección aparece a menudo, producida por el agua de la piscina o la playa.

Con el fin de evitar esta infección infantil tan habitual, Joan Francesc Horvath, responsable de Audiología en Óptica & Audilogía Universitaria, enumera unas pautas de actuación para niños en verano:

  • Evitar la entrada de agua en el conducto auditivo con la utilización de tapones de baño a medida. Se adaptan a la forma del oído independientemente del tamaño de éste. Estos tapones de colores están disponibles en los centros de Audiología Universitaria
  • Vigilar que los pequeños no pasen mucho rato sumergidos en el agua.
  • Al finalizar el baño, inclinar su cabeza para que caiga el agua y secar así los oídos, dando ligeros golpes o utilizando difusores de agua marina que limpien la zona de cualquier cuerpo extraño.
  • Secar bien los oídos. Con mucho cuidado y sin apretar, utilizar la esquina de una toalla o una gasa. Evitar el uso de bastoncillos hasta el fondo. En los centros de Audiología Universitaria disponen de un producto específico para secar los oídos.
  • Es aconsejable que los niños que tienen más propensión a sufrir otitis prioricen el agua salada a la de la piscina.

En el caso de que la otitis se complique, es importante acudir a un pediatra para que estudie el caso y proponga el tratamiento más adecuado.

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