Tanto si conduces de forma ocasional como si tu medio de transporte habitual es el coche, hay algo indispensable que necesitas: ¡tener todos tus sentidos puestos en la carretera! De todos ellos, la vista es el más importante para disfrutar de una conducción segura. En Óptica & Audiología Universitaria queremos que conduzcas de forma cómoda y sin riesgos, y por eso vamos a darte unos cuantos consejos sobre gafas para conducir, lleves graduación o no. ¡Encendiendo motores!
¿Cuáles son los riesgos de no usar gafas para conducir?
A la hora de ponerte frente al volante, vas a tener la vista puesta en la carretera. Tendrás que leer carteles, seguir ciertas indicaciones de tráfico, ver cualquier obstáculo que se cruce en la carretera… o afrontar eventualidades que escapan a tu control. Desde de los cambios en las condiciones meteorológicas -que pueden variar a lo largo del mismo día- hasta la cantidad de luz según la hora del día ya que a diferencia de lo que se puede pensar, el verano no es la única época del año que puede resultar peligrosa debido al exceso de reflejos del sol. Un cielo encapotado, un horizonte lleno de neblina o un paisaje nevado pueden alterar tu visión.
Es por estas y otras razones por las cuales resulta tan importante ser precavido y tener a mano unas buenas gafas para conducir. Una buena visibilidad haciendo uso de tus gafas graduadas o de tus gafas de sol te evitará posibles accidentes de tráfico, así como lesiones en ti o en otros conductores y transeúntes.
¿Cuándo debes llevar gafas graduadas para conducir?
La respuesta a esta pregunta es, si tienes graduación… ¡siempre! Tus gafas graduadas corrigen los defectos de la visión que te impiden ver nítidamente de lejos, de cerca, leer cómodamente, por lo que son imprescindibles. En la carretera, tal y como hemos dicho al principio, necesitarás tener todos tus sentidos a punto para que nada se te pase por alto. De modo que, aunque tus problemas de visión en visión lejana sean leves, es decir, cuentes con una baja graduación, es necesario que siempre utilices tus gafas para conducir, ya sean de vista o de sol.
Es muy importante que en la conducción tengamos la máxima agudeza visual posible además, es imprescindible que te asegures que tus gafas para conducir tengan la graduación correcta, para no forzar la vista y evitar problemas de conducción, así como fatiga visual y dolores de cabeza.
Y a modo de consejo, si no usas tus gafas graduadas de forma continuada, optes por tener unas gafas para conducir en el coche, así tendrás siempre unas a mano a la hora de ponerte al volante.
¿Qué son las gafas polarizadas para conducir?
Lleves graduación o no, sin duda, a la hora de conducir con gafas de sol, la solución más efectiva para contrarrestar los molestos reflejos del sol cuando te encuentras al volante es optar por las gafas de sol polarizadas. Este tipo de gafa de sol incluye un filtro de densidad variable que actúa como barrera frente a los incómodos reflejos solares. De esta manera, permiten una conducción mucho más relajada para la vista y evitan los peligros de una mala visión.
Las gafas polarizadas para conducir son perfectas en cualquier momento del día, ya que te protegen tanto de los rayos de sol matutinos como de las últimas luces del día. ¡Incluyendo el molesto sol de mediodía! Otra de las ventajas de estas gafas para conducir es que también sirven para eliminar los reflejos molestos que se producen en la carretera -reflejos en los coches que circulan frente a ti o también los que se producen en el propio asfalto-.
Hay que tener en cuenta que existen tipos determinados de con filtros de diferente categoría. Las gafas polarizadas claras para conducir cuentan con filtros que dejan pasar prácticamente el 80% de la luz -categoría 0-. Estas gafas solo son indicadas para días nublados en los que no hay demasiada claridad, pero resultan insuficientes para tus ojos en las jornadas de mucho sol.
En cambio, las gafas polarizadas oscuras para conducir-de las categorías 2 y 3, dejan pasar un porcentaje de luz muy inferior -entre el 10% y el 20%, aproximadamente- y te serán muy útiles para los días soleados. Descarta, eso sí, las gafas polarizadas muy oscuras -categoría 4-, ya que sólo están indicadas para practicar determinados tipos de actividades, como el esquí, el snowboard o los deportes acuáticos. ¡Están totalmente prohibidas para conducir!
En definitiva, si llevas graduación, usa siempre tus gafas graduadas ya sean de vista o de sol, y en el caso de que sean de sol, siempre que sean polarizadas, mejor.
Si no llevas graduación y buscas unas gafas para conducir que sean de sol, opta también por las polarizadas, ¡tus ojos lo agradecerán!
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