Sí, ha llegado el momento: ya no ves bien con tus gafas. Por mucho que limpies los cristales con un spray limpiador y eleves las gafas, mirándolos a contraluz, no vas a conseguir ver mejor. No servirá de nada intentar cerrar los ojos para focalizar. De verdad, no fuerces: llegó el momento de volver al optometrista. Pero, ¿sabes por qué dejas de ver bien y necesitas cambiar las lentes cada cierto tiempo?, ¿o por qué debes visitar tu óptica una vez al año, especialmente si sientes molestias? Te listamos algunos de los motivos más comunes:
- Puede que tu graduación haya cambiado. Seguro que ya te lo imaginabas. Durante la adolescencia la vista cambia. Pero también a partir de los 40 años. Lo mejor es visitar a tu optometrista una vez al año y cada vez que notes que tu vista empeora, tal y como indica el Consejo General de Ópticos Optometristas (CGOO). Los datos son claros: “el 50% de los casos de pérdida visual se pueden prevenir con una detección temprana y el tratamiento adecuado”, según Juan Carlos Martínez Moral, presidente del CGOO.
Fuente: Vogue Japón
- Estás utilizando gafas de farmacia, premontadas o readers. Nuestra recomendación es clara: nunca ahorres en salud visual. Los problemas visuales impactan en cualquier otra faceta de tu vida: el trabajo, los estudios, el contacto con los demás… Por eso, utiliza gafas graduadas por un profesional. Las gafas de farmacia, o readers, tienen la misma graduación para ambos ojos, fenómeno que pocas veces se cumple en el usuario. Tampoco tienen en cuenta el foco de tu ojo, ya que no están personalizadas. Además, no corrigen el astigmatismo, que es una afección muy común entre los usuarios de gafas. Se trata, simplemente, de unas lentes que funcionan como una lupa. “El uso continuado de este tipo de gafas de lectura premontadas puede originar una serie de deficiencias en la visión que, a largo plazo, podrían derivar en problemas más graves”, advierten en Somosoptometristas. Claro, lo sabemos, son muy baratas, pero ahora que sabes todo esto ¿te vale la pena?
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- Existe alguna patología visual. Puede ser que en algún momento veas mal, algo borroso, quizás deformado, o sientas que estás sufriendo pérdida de visión… ¡Cuidado! Podrían ser síntomas de cataratas, glaucoma, degeneración macular o alguna otra patología visual. Al mínimo problema visual que detectes, acércate a tu óptica. “El óptico-optometrista no sólo es capaz de determinar si padecemos algún defecto refractivo, como la miopía(…), sino que puede observar indicios de posibles anomalías que afectan a nuestra salud ocular(…), o deficiencias visuales de las que inicialmente no somos conscientes, como el glaucoma, pero que provocan una pérdida irreversible de la visión”, indica el presidente del Consejo General de Ópticos Optometristas.
Además, si tienes gente mayor cerca de ti, conviene que estés atento a su salud visual y escuches si expresan que tienen problemas de visión u observes si están teniendo dificultades para leer o coordinar.
Sabemos que tienes la agenda llena (incorregible mundo actual…) pero necesitas buscar ese hueco para volver a visitar a tu óptica. Déjate de excusas y pásate por Óptica & Audiología Universitaria, estaremos encantados de ayudarte.
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