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¿Qué frecuencias percibe el oído humano?

El oído humano es un instrumento extraordinariamente complejo y delicado, diseñado para captar una amplia gama de sonidos que nos permiten comunicarnos, disfrutar de la música y estar alerta ante posibles peligros.

 Sin embargo, ¿alguna vez te has preguntado exactamente qué sonidos podemos oír y cuáles nos resultan inaudibles? En este artículo, profundizaremos en el mundo de las frecuencias sonoras, explorando desde los fundamentos de qué es una frecuencia del sonido hasta el amplio rango que nuestros oídos pueden percibir.

Analizaremos cómo este rango varía significativamente a lo largo de la vida y en función de nuestra edad, cómo ciertas frecuencias pueden resultar molestas y cómo la pérdida de la capacidad auditiva puede alterar nuestra percepción del mundo sonoro. Este análisis no solo es crucial para entender mejor nuestra propia capacidad auditiva, sino también para mejorar las estrategias de prevención y tratamiento de la pérdida auditiva en la población.

Te daremos toda la información que necesitas para entender cómo funciona el oído humano y cuál es su rango auditivo… Así que dicho esto, comencemos.

¿Qué es la frecuencia del sonido?

La frecuencia del sonido es una de las dos características principales que definen cada sonido que oímos, siendo la otra la amplitud (o volumen). Específicamente, la frecuencia se refiere al número de ondas sonoras que pasan por un punto determinado en un segundo, y se mide en hertzios (Hz).

En términos más simples, la frecuencia determina el tono de un sonido: cuanto más alta es la frecuencia, más agudo es el tono; cuanto más baja, más grave es el tono.

Para que puedas comprender mejor esto, vamos a poner un ejemplo práctico:

Piensa en las cuerdas de un piano. Las cuerdas más cortas y delgadas vibran más rápido cuando se golpean, produciendo notas de alta frecuencia que suenan agudas. Las cuerdas más largas y gruesas vibran más lentamente, generando notas de baja frecuencia que suenan graves.

Cada sonido que percibimos, desde el ladrido de un perro hasta la voz de una persona, tiene una frecuencia específica que ayuda a nuestro cerebro a identificar y diferenciar entre una amplia variedad de sonidos.

El entendimiento de la frecuencia no solo es crucial para la música y la comunicación, sino también para tecnologías como el ultrasonido y otras aplicaciones médicas y científicas, donde las frecuencias sonoras se utilizan para obtener imágenes del interior del cuerpo o para estudiar el comportamiento de diferentes materiales y organismos.

¿Cuál es el rango de frecuencias que percibe el oído humano?

El rango de frecuencias audibles por el oído humano es sorprendentemente amplio, cubriendo sonidos desde muy graves hasta extremadamente agudos.

Generalmente, este rango se extiende desde los 20 hertzios (Hz) hasta los 20,000 hertzios (20 kHz). Dentro de este espectro, el oído humano puede detectar una variedad de sonidos, desde el bajo zumbido de un motor hasta el chillido agudo de un silbato.

Algunos detalles específicos sobre las frecuencias:

  • Bajas frecuencias: Los sonidos por debajo de los 20 Hz son conocidos como infrasonidos. Aunque están fuera del rango de audición humano, algunos animales, como los elefantes, utilizan infrasonidos para comunicarse a largas distancias.
  • Altas frecuencias: Los sonidos por encima de los 20 kHz se clasifican como ultrasonidos. Estos son inaudibles para los humanos, pero son importantes en aplicaciones médicas como la ecografía, y los animales como los murciélagos y los delfines los usan para la ecolocalización.

La capacidad de oír dentro de este rango puede variar significativamente entre individuos, influenciada por factores como la edad y la exposición a ruidos fuertes a lo largo de la vida.

Rango de frecuencias percibido según la edad

Los niños y jóvenes generalmente pueden oír un rango más amplio de frecuencias, como te hemos dicho antes, esto puede ir desde aproximadamente 20 Hz hasta 20 kHz. Debido a que su sistema auditivo está en óptimas condiciones y aún no ha sido expuesto a muchos años de ruido ambiental y otros factores dañinos, su capacidad para oír altas frecuencias es especialmente buena.

A medida que las personas envejecen, su capacidad para oír frecuencias más altas comienza a disminuir. Este proceso de pérdida auditiva relacionada con la edad se llama presbiacusia.

Generalmente, la capacidad de oír sonidos por encima de los 15 kHz comienza a deteriorarse primero, y este límite superior continúa bajando con el tiempo. Para muchos adultos mayores, el rango auditable puede caer a 12 kHz o incluso más bajo.

Aparte del envejecimiento natural, factores como la exposición a ruidos fuertes, ciertas enfermedades y medicamentos ototóxicos también pueden acelerar la pérdida de la capacidad auditiva. Por ejemplo, los trabajadores de industrias ruidosas o músicos que no usan protección auditiva adecuada pueden experimentar una reducción en su rango auditivo a una edad más temprana.

Es crucial, por lo tanto, implementar medidas preventivas como el uso de protectores auditivos en entornos ruidosos y realizar chequeos auditivos regulares para monitorear y gestionar la salud auditiva efectivamente a lo largo de la vida.

Frecuencias molestas para el oído humano

Ciertas frecuencias de sonido son naturalmente más molestas o incómodas para el oído humano, especialmente cuando se presentan a volúmenes elevados o durante periodos prolongados.

Estas frecuencias pueden provocar desde una leve irritación hasta dolor significativo y daño auditivo si no se manejan adecuadamente.

Rango de frecuencias generalmente molestas para el oído humano:

El rango de frecuencias que tiende a ser más molesto para la mayoría de las personas se encuentra entre 2,000 y 4,000 Hz. Sonidos dentro de este espectro incluyen, por ejemplo, el chillido de frenos, alarmas estridentes, y el ruido agudo de una sierra eléctrica.

 La sensibilidad a estas frecuencias está relacionada con cómo el oído humano evolucionó para percibir sonidos que son cruciales para la supervivencia, como los gritos de alarma.

Impacto de las frecuencias molestas:

La exposición a sonidos molestos no solo causa incomodidad inmediata, sino que también puede tener consecuencias a largo plazo. Puede llevar a síntomas como tinnitus (zumbido en los oídos) y pérdida auditiva inducida por ruido, especialmente si la exposición es frecuente y no se toman medidas de protección auditiva.

Para minimizar el impacto de estas frecuencias molestas, es aconsejable usar protección auditiva en entornos ruidosos y limitar el tiempo de exposición a sonidos de alta intensidad. Asimismo, mantener un volumen moderado al utilizar auriculares y otros dispositivos de audio puede ayudar a prevenir daños auditivos.

El rango de frecuencia y la pérdida de audición

La relación entre el rango de frecuencias audibles y la pérdida de audición es un aspecto crucial en la audiología y el cuidado de la salud auditiva. Entender cómo diferentes frecuencias afectan el oído y cómo la pérdida auditiva altera la percepción de estas puede ser fundamental para el diagnóstico y la intervención temprana.

Ya te hemos comentado antes que la pérdida de audición puede venir dada con la edad, de todas formas, ten en cuenta los siguientes factores:

Pérdida de audición de alta frecuencia:

Una de las formas más comunes de pérdida auditiva es la pérdida de audición de alta frecuencia, que a menudo ocurre primero y es típicamente causada por envejecimiento, exposición a ruidos fuertes, o ambos. Esta pérdida significa que las frecuencias superiores a 2,000 Hz comienzan a ser difíciles de oír, lo que puede dificultar la comprensión de ciertos sonidos del habla, como las consonantes s, f, y t, que son esenciales para entender el lenguaje claramente.

Impacto en la comunicación:

La incapacidad para oír sonidos de alta frecuencia claramente puede tener un impacto significativo en la comunicación diaria. Puede llevar a dificultades en seguir conversaciones, especialmente en entornos ruidosos, y puede aislar socialmente a las personas afectadas.

Detección y tratamiento:

La detección temprana de la pérdida de audición de alta frecuencia es crucial para implementar soluciones efectivas de tratamiento, que pueden incluir el uso de audífonos configurados para amplificar las frecuencias altas que el individuo tiene dificultades para oír.

Además, la terapia de rehabilitación auditiva puede ayudar a las personas a adaptarse a su nueva percepción del sonido y mejorar su habilidad para comunicarse.

Prevención:

También se ha mencionado a lo largo del artículo, pero prevenir la pérdida de audición inducida por el ruido implica adoptar medidas protectoras como usar protección auditiva en entornos ruidosos y limitar la exposición a sonidos fuertes. Mantener un nivel de volumen seguro al usar dispositivos de audio también es crucial.

Con el paso del tiempo no podemos lidiar, pero si puedes intentar controlar todo lo demás y asegurarte del buen estado de tus oídos.

En Óptica y Audiologia Universitaria, estamos comprometidos a ofrecer servicios de cuidado auditivo de la más alta calidad, desde evaluaciones detalladas hasta soluciones personalizadas para mejorar tu audición, asegurando que cada persona pueda continuar experimentando la plenitud del sonido en todas sus formas.

Recordemos que cuidar nuestra audición es tan vital como cuidar cualquier otra parte de nuestra salud. Con la información adecuada y el apoyo profesional, podemos tomar medidas efectivas para proteger nuestra capacidad auditiva y mantener nuestra calidad de vida.

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