No es ninguna exageración. La proliferación de problemas visuales como la miopía, hipermetropía y astigmatismo está directamente relacionada con nuestros hábitos diarios y uno de los factores que más ha influido en el aumento de casos de estos y otros tipos de afecciones visuales viene dado por el aumento del uso de ordenadores y otras pantallas en el entorno de trabajo. Las cortas distancias, las malas posturas y la falta de descansos pueden influir directamente en nuestro rendimiento.
Sin embargo, hay formas de minimizar estos daños y aumentar el rendimiento visual en el ambiente laboral. Esto es lo que estudia la ergonomía visual.
Te explicamos todo lo que debes saber acerca de la ergonomía visual y porque es importante aplicarla en todos los campos de trabajo.
¿Qué es la ergonomía visual?
Hablamos de ergonomía visual cuando estudiamos y tomamos en consideración distintos factores, como pueden ser los ambientales y laborales, que afectan a la salud visual.
El estudio de la ergonomía visual surgió con la necesidad de identificar los distintos aspectos del entorno laboral que afectan negativamente al funcionamiento de los ojos y plantear mejoras para poder evitar o disminuir los problemas visuales causados por estos factores del día.
El objetivo principal de la ergonomía visual es mejorar el rendimiento visual y evitar en la medida de lo posible enfermedades, problemas y trastornos de la salud ocular causados por el entorno laboral.
¿En qué consiste la ergonomía visual?
Para poner en práctica la ergonomía visual es necesario adaptar los distintos factores del entorno de trabajo que pueda afectar a los ojos y su correcto funcionamiento a corto, medio y largo plazo.
Esto puede significar modificar la posición de los muebles, la distancia a la que se encuentran las máquinas y utensilios variados, pero también ajustar aires acondicionados y calefacciones o corregir posturas de trabajo.
Síntomas de una mala ergonomía visual
No contar con una ergonomía visual adecuada puede causar ciertos problemas y trastornos oculares de distintos niveles de gravedad, aunque la mayoría son, principalmente, incomodidades. Es probable que tu ergonomía visual no sea la mejor si notas:
- Los ojos te pican a menudo.
- Los tienes enrojecidos incluso cuando no te los frotas.
- Tienes dolores de cabeza o en los ojos frecuentemente.
- En ocasiones tu visión se vuelve borrosa.
- Te notas los ojos secos y deshidratados.
- Te aumenta la graduación.
- Los ojos te lagrimean sin motivo.
- Notas cansancio y necesidad de cerrar los ojos a menudo.
Consejos para una ergonomía visual correcta
El estudio de la ergonomía visual detecta una variedad de patrones que pueden afectar a nuestros ojos y causar problemas de salud visual pero también hace propuestas para mejorar la situación.
Algunos de los consejos para tener una buena ergonomía visual en el trabajo son los siguientes:
- Las zonas en las que se realicen trabajos y estudios que requieran mucha lectura y escritura, ya sea de forma digital o manual, deben tener una buena ventilación y garantizar un flujo de oxígeno renovado constante. Los ojos necesitan oxigenarse (una de las razones por las que no es bueno irse a dormir con lentillas) por lo que la falta de oxígeno hace que se resequen y los sientas más cansados.
- Lo mismo sucede con las temperaturas, demasiado frías o demasiado cálidas, así como con los cambios muy bruscos. Es recomendable evitar las calefacciones y aires acondicionados, puesto que resecan mucho el ambiente y los tejidos del cuerpo, como la piel o los ojos.
- Una correcta postura en el asiento es crucial. No cruzar las piernas favorece el riego sanguíneo y mantener la espalda apoyada en el respaldo de la silla no solo alivia el cansancio muscular y los problemas de espalda, sino que también favorece que la mirada pueda desviarse fácilmente durante unos segundos y descansar.
- Tanto la silla como la mesa deben estar adaptadas para lograr la máxima comodidad corporal: Que los pies lleguen al suelo, la espalda se apoye en el respaldo, los brazos no estén en tensión sobre la mesa, etc.
- Una iluminación adecuada hace maravillas por la salud visual y es una parte clave de la correcta ergonomía visual. Demasiado brillante puede ser molesta y demasiado poca te obliga a forzar la vista. Una colocación errónea también puede crear incómodos reflejos en las pantallas. Lo ideal es tener una luz en el techo y otra en el mismo puesto de trabajo.
- Las personas diestras deben situar la luz de escritorio en el lado izquierdo y las zurdas en el lado derecho. De esta forma se evita que, al escribir a mano, se creen sombras sobre el papel con el propio brazo.
- Cuando se trata de salud visual, no hay lugar para la vergüenza. Si necesitas que la tipografía y botones de tu pantalla sean más grandes para forzar menos la vista, haz la configuración apropiada. De lo contrario, estarás forzando la vista sin necesidad, puesto que hay una solución muy sencilla.
- Para evitar deslumbramientos y reflejos molestos también es importante que las pantallas estén limpias.
- La pantalla debe situarse entre 50 y 70 cm de distancia de los ojos y a unos 10cm por debajo de la línea horizontal de visión. De esta forma, la pantalla no ocupará todo tu campo visual y podrás alzar la mirada sin levantar la cabeza para descansar la vista unos minutos.
- Para evitar reflejos, las pantallas deben colocarse en posición perpendicular a la ventana.
- Una buena regla a seguir para mantener tu salud visual en el trabajo es las de los 30-30-30. Cada 30 minutos, mira algo que esté a 30 metros de distancia durante 30 segundos. No te olvides de parpadear y procura variar la distancia de enfoque.
Como ves, mantener una buena ergonomía visual no es muy difícil, aunque a veces puede hacerse pesado recordar cuanto tiempo llevamos mirando la pantalla o el libro sin descansar la vista. Si notas alguna molestia en los ojos, lo más recomendable es acudir a un optometrista u oftalmólogo para que echen un vistazo al estado de tus ojos.
Recuerda que en las tiendas de Óptica & Audiología Universitaria puedes solicitar que nuestros expertos te hagan una revisión para comprobar que todo va bien, cuál es tu graduación actual y hacerte las recomendaciones de gafas y lentillas necesarias.
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