Si llevas gafas graduadas, comprenderás la importancia de que estas se adapten correctamente a la forma de tu rostro y de tu cabeza. Probablemente vas a tener que llevarlas durante muchas horas al día, por lo que es fundamental que te resulten cómodas. A continuación te explicamos cómo ajustar las gafas para que no se caigan. Y si estás cansado de tus antiguas gafas puedes echar un vistazo a nuestras novedades en gafas graduadas en nuestra tienda online o en cualquiera de nuestros centros.
¿Cómo deberían ser tus gafas?
Lo primero que has de considerar es que la montura esté recta respecto a tu rostro. Para comprobar si está torcida, puedes ponerla en una superficie plana y verificar que no se ve inclinada. Sin embargo, prioriza siempre que la notes recta al llevarla puesta, pues algunas inclinaciones pueden deberse a que tengas una oreja más alta que la otra.
Por otro lado, las gafas deberían estar a la misma distancia de tu cara en ambos lados, sin llegar a estar demasiado pegadas. Asimismo, es recomendable que la distancia al ojo sea la mínima posible mientras resulte cómoda. Además, las almohadillas de la nariz no han de deslizarse, pero tampoco dejar marcas.
En cuanto a las varillas, estas no han de llegar a tocar tus sienes y deben reposar detrás de la oreja, en el hueso temporal. Tienen que seguir la curva de tu cabeza para ajustarse correctamente.
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¿Por qué se desajustan las gafas?
Hay varios motivos por los que las gafas pueden sufrir un desajuste. Uno de ellos es que sufran una caída, pero la causa también puede residir en hábitos cotidianos. Uno de ellos, por ejemplo, es colocarse la montura en la cabeza a modo de diadema. Esto hace presión en las bisagras y puede deformarlas.
Otro detonante que puede hacer que necesites ajustar las gafas es ponérselas y quitárselas con una sola mano y hacer un movimiento brusco en diagonal para abrirlas y cerrarlas. Aunque este hábito es muy común, lo correcto es colocarse las lentes con las dos manos y manteniéndolas en una posición recta.
Por supuesto, te recomendamos también que las guardes en un estuche rígido cuando no las estés utilizando. De esta manera estarán mucho más protegidas.
¿Dónde acudir para ajustar las gafas?
Lo primero que has de tener en cuenta es que tú solo deberías hacer pequeños ajustes. De lo contrario, podría ser más difícil arreglarlas después. En el caso de que consideres que necesitas ajustar las gafas con retoques más concretos, es mejor que acudas a tu óptica.
Ten en cuenta que el centro óptico debería estar justo delante de tus ojos. Así pues, no ha de ser necesario que mires hacia arriba ni hacia abajo para ver bien. Una vez dicho esto, los cambios que hagas al ajustar las gafas serán diferentes dependiendo de si tus gafas no encajan bien en tu nariz o en tu cabeza.
En el caso de que el desajuste esté en la nariz, tendrás que centrarte en las plaquetas para ajustar las gafas. Si notas que las lentes quedan demasiado arriba, separa las almohadillas nasales; apriétalas si crees que bajan demasiado para que queden más juntas. Sobre todo mueve las plaquetas a la vez para mantener la simetría.
También puede pasar que las gafas estén a la altura correcta pero, sin embargo, notes que te aprietan o se te caen. Si este es tu caso, significa que debes ajustar la gafas. Ajusta los tornillos de las bisagras que unen las varillas, siempre con cuidado para no romper la montura.
¿Cómo ajustar las varillas de tus gafas?
Puede que en tu caso sea preciso ajustar la forma de las varillas. Pero ¿cómo ajustar las gafas de pasta? ¿Y unas de metal? Efectivamente, el procedimiento es un poco distinto. Si la montura de tus gafas es de metal, solo necesitarás un pequeño alicate. Si es de plástico, lo mejor es acudir a una de nuestras tiendas Óptica & Audiología Universitaria y que los expertos puedan ajustar las gafas con el equipamiento especializado, ya que tratar las varillas con un secador o sumergiéndolas en agua caliente puede estropear las gafas de manera irreversible.
En definitiva, lo que te aconsejamos es que siempre que sientas que debes ajustar las gafas acudas a tu óptica para solucionar el problema de la manera más segura, pero, si no tienes ninguna cerca, en un caso muy extremo siempre puedes realizar el ajuste, pero únicamente en los terminales, es decir, la parte del final de las varillas. Dóblalos hacia fuera si las gafas te aprietan en los lados de la cabeza. Si las notas muy flojas, tendrás que doblarlos hacia adentro.
Un último consejo que te damos para ajustar las gafas es que apliques la mínima presión si estás ajustando una montura de plástico. De lo contrario, podrías llegar a romperla y ya no habría nada más que hacer.
Acude a tu óptica
Ya te hemos explicado cómo ajustar las gafas, pero, como te decíamos, te recomendamos que te ciñas a pequeños ajustes. Si piensas que tus gafas realmente necesitan grandes cambios, es mejor que te pongas en manos de los expertos.
En nuestros centros de Óptica Universitaria podemos ajustar las gafas que necesites y hacer cambios de manera totalmente gratuita. De esta manera nos aseguramos de que la montura encaje perfectamente y te resulte completamente cómoda.
Aquí puedes consultar dónde se sitúan nuestros centros, en los que te atenderán los mejores profesionales. ¡No esperes más para ajustar las gafas!
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