¿Tu hijo tiene dolor de cabeza tras un rato de hacer los deberes? ¿Gira el cuerpo o el papel para leer? ¿Se muestra distraído en clase? Si la respuesta es sí, puede ser que la salud visual de tu hijo no sea óptima y esté afectando a su desarrollo. Además, es probable que no te lo haga saber porque, simplemente, aún es demasiado pequeño o cree que todo el mundo ve como lo hace él.
Los problemas de visión son, de hecho, muy comunes. “Uno de cada cuatro niños en edad escolar sufre algún problema de visión sin diagnosticar. Alrededor del 30% del fracaso escolar está relacionado con anomalías visuales” informa el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas.
Estar atentos a los pequeños síntomas es fundamental, pero hay otros consejos a tener en cuenta.
Consejos para cuidar la salud visual:
- Visitar a tu óptico-optometrista una vez al año: Es conveniente visitar al profesional de la visión una vez al año, de la misma forma que se llevan a cabo otras revisiones y chequeos médicos. Es interesante que le comuniques los pequeños comportamientos relativos a la salud visual de tu hijo que hayas podido observar. Podrían ser síntoma de algún problema que conviene resolver.
- Evitar un acercamiento excesivo a las pantallas: No vas a poder impedir que tu hijo se pase el día de pantalla en pantalla. ¡Es un drama de la vida moderna y lo sabes porque a ti también te pasa! PERO puedes enseñarles a que lo hagan de una manera sana. La televisión debe verse a 2-3 metros y las tablets a 35 cm. Los portátiles a 45 cm. Y los ordenadores de sobremesa a 55 cm. Punto extra si además no es lo último que ven antes de irse a dormir. También puedes optar por unas gafas para ordenador, que ayudarán a proteger sus ojos de la luz azul.
- Descansar la vista: Tanto adultos como niños deben seguir la regla del 20-20-20, que nos indica que debemos relajar la vista 20 segundos cada 20 minutos mirando un punto a 20 pies (te hacemos la traducción rápida: 20 pies son 6 metros).
- Evitar que se acerquen en exceso a los deberes: Esté leyendo, dibujando o escribiendo, tu hijo no debería estar muy cerca de sus tareas. Para la salud visual de tu hijo, menos centímetros no significa más aprendizaje.
- Adoptar una postura sana: Lo dicen los maestros día sí, día no y seguro que lo recuerdas de tu época escolar: ¡hay que sentarse bien! ¿Qué significa esto? Sobre todo, tener la espalda a 90 grados y mantener los pies en el suelo.
- Dar importancia a la luz natural: Si se puede escoger, lo mejor es la luz del día. Además, mejorará el ánimo y la salud emocional de toda la familia y ahorrarás en electricidad. ¡Es perfecto!
- Utilizar la luz artificial siempre que sea necesario: Este punto complementa el anterior. Nunca, nunca, nunca hay que estar delante de una pantalla con la habitación a oscuras. Aunque parezca que la película se vea mejor sin luz ambiental y todo sea más espectacular, estás dañando la salud visual de tu hijo.
- Dar a las gafas de sol la importancia que merecen: Poca gente sabe que las gafas de sol son necesarias todo el año, no solo en verano. Por supuesto, deben ser homologadas, ya que es la forma de asegurar que cumplen con los estándares de calidad de la Comunidad Europea. Además les quedan monísimas…
- Cuidar la higiene de las manos: Los niños se pasan el día tocando todo, tanto en casa como fuera. Por supuesto, esto no es malo y les sirve para dar rienda suelta a sus necesidades de exploración y aprendizaje directo. Eso sí: la salud visual de tu hijo es importante y deben seguir siempre pautas de higiene. Por ejemplo, no tocarse nunca los ojos con las manos sucias. ¡Al lavabo a lavarse las manos!
- Una buena alimentación: Lo mejor de este punto es que es útil para muchos otros aspectos de su desarrollo. Añadir alimentos ricos en vitamina A, con la zanahoria como gran embajadora. (¡Acompáñala de aceite de oliva, ya que las grasas saludables mejoran la absorción de los betacarotenos!). También hay otros alimentos que favorecen una buena visión, como los cítricos, que son ricos en vitamina C.
En Óptica & Audiología Universitaria nos encanta veros y que cuidéis vuestra salud visual con al menos una visita anual. Esto es cierto para todos, como ya hemos dicho en otros artículos, pero especialmente para los niños. Tu óptico-optometrista comprobará si hay algún problema y las soluciones convenientes a aplicar. Y también te dará consejos tan útiles como los que acabas de leer.
Si quieres saber dónde estamos, puedes consultar dónde tenemos nuestros establecimientos. Además, disponemos de espacios infantiles (en algunos centros) que convertirán la visita ¡en todo un juego!
Y, recuerda, “una buena visión en edades tempranas es imprescindible para el desarrollo social y educacional y fundamental para potenciar el aprendizaje (…)”. Así lo informa el Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de Andalucía. Buena visión, mejor aprendizaje.
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